La biología celular y molecular es clave para la fisioterapia, ya que permite comprender los procesos celulares y bioquímicos que regulan el cuerpo humano. El conocimiento de cómo las células musculares, nerviosas y del tejido conectivo se organizan y regeneran es esencial para diseñar tratamientos efectivos. Además, entender las vías moleculares involucradas en la inflamación y la reparación tisular ayuda a los fisioterapeutas a aplicar técnicas que favorezcan la recuperación del paciente.